Máximo 150 palabras, frase de inicio: "Las manos de uno de los hombres se posaban en la garganta de K."
Sin remordimientos
Las manos de uno de los hombres se posaban en la garganta
de K. mientras el otro registraba ruidosamente la buhardilla.
- No sé qué buscáis - dijo K - pero no encontrareis nada.
- Lo ha decidido el tribunal, nosotros solo obedecemos órdenes-
respondió el hombre.
Mientras hablaban, el ruido procedente de arriba se había
ido apagando hasta cesar completamente. Un sordo silencio envolvía pesadamente
la casa.
- Iré a echar un vistazo, no te muevas de aquí - le
advirtió su guardián, aflojando la presión.
Una vez libre, K se desperezó, estiró sus entumecidos músculos
y se dirigió lentamente al piso de arriba, tras los pasos de los dos hombres.
Abrió la puerta y echó un vistazo a la buhardilla: efectivamente, allí no había
nada. Solo el vacío más absoluto y esa atmósfera tan opresiva que casi no
permitía ni respirar.
Cerró la puerta con llave. "La justicia ya no es lo
que era", pensó, bajando plácidamente las escaleras.